domingo, 20 de junio de 2010

CATANIA

Viajar en tren desde Nápoles a Catania, en la región de Sicilia, implica un viaje de 9 horas.
Los trenes tienen camarotes de seis compartimientos y son bastante cómodos para viajes largos.
A lo largo del recorrido, el paisaje nunca es aburrido ya que es bastante cambiante; a veces se ven pequeñas montañas y ya en el último tramo se suceden una tras otras las ciudades costeras y el azul intenso del mar Tirreno. Cuando se deja el continente y se llega a la isla, las vías del tren, a veces, en distintos tramos van casi bordeando el mar Jónico

La última localidad del continente es San Giuliano, a partir de allí y para nuestra sorpresa, se embarcó el tren en un gran ferry para cruzar el golfo de Mesina y llegar a la ciudad del mismo nombre, en Sicilia.
El tren fue dividido en dos partes y colocados sobre rieles paralelos.
Mientras el barco avanzaba veíamos como iba quedando atrás la última ciudad del continente.



¡Era una fiesta, asomarse por la borda y ver la estela de espuma que formaba el barco a su paso!


La mayoría de los pasajeros bajamos del tren y podíamos recorrer el barco, ir a la cafetería en el tercer piso o simplemente ver la ciudad que dejábamos y en otra orilla a la que llegaríamos.

A punto de atracar, se podía ver el movimiento de barcos en el puerto de Mesina

Era muy divertido tomar casi el barco por asalto, subir y bajar por las escaleras y recorrerlo por todos lados.


¡Además fue un paseo extra que no habíamos imaginado!
El hostel era muy lindo, con pocas habitaciones y la decoración muy sixty!

Nuestra habitación tenía un balcón pequeño que daba a una plaza, justo enfrente a una iglesia.
Como fondo, una vista privilegiada: el volcán Etna, guardián eterno y traicionero de la milenaria Katané.

Vi a Catania como una abuela vieja, tranquila y apacible. ¡Es una ciudad donde pareciera que la prisa se quedó dormida!


Tiene la belleza de las cosas sencillas y el recuerdo de todos mis ancestros maternos.

Es una ciudad dormida en el tiempo. Si miramos hacia arriba sus edificios son muy viejos y solamente están remodeladas las plantas bajas de la Avenida Etnea
donde hay locales de las grandes marcas de moda.

Todavía se conservan vestigios de su pasado griego. Estos son los restos del antiquísimo anfiteatro.

Como muchas ciudades actuales, fue construida sobre los estratos arqueológicos de las antiguas edificaciones de los primitivos habitantes; como Barcino, la ciudad romana que luego sería Barcelona, o Londinium que fue el nombre que le dieron los romanos a la ciudad que fundaron en la región de Britania y que hoy conocemos como Londres, o Katané, que es la actual ciudad de Catania.



















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