sábado, 29 de mayo de 2010

A PEDIDO... ¡UN ADELANTO DE LONDRES! (Para vos, Lau)

Para mí, Londres fue un volver atrás en el tiempo...
Es la moda loca y colorida de los sesenta, las obras de vanguardia que se representaban en los teatros de Picadilly Circus.
En estos día hay un revival de algunas viejas películas, convertidas en comedias musicales.
Billy Elliot, Grease, Cambio de hábito, Sweet Charity, Legalmente rubia , los Muppets, son algunas de las que se están representando. Esta ciudad sigue teniendo el sabor de Mary Quant y las primeras minifaldas, de la moda courreges, de el Carnaby Street de los Beatles...
Estos zapatos coloridos y loquísimos, se venden en el Candem Town que es como un barrio de Once en Buenos Aires pero... ¡con categoría londinense!


Un símbolo ya clásico de Picadilly Circus es la estatua de Eros o el Ángel que se encuentra en una plazoleta triangular en el corazón mismo de este barrio.


Algunas vidrieras exhiben ropas muy audace y coloridas.



En muchas esquinas están los típicos buzones rojos con el emblema de la corona británica...



¡Y uno no se puede negar a sacarse una foto con el morrión de piel de osos de la guardia real!




Londres también le rinde tributo a Freddie Mercury





Todos respetan las cabinas telefónicas y en toda la ciudad no se ve ni una leyenda escrita en las paredes...





Y por último... una postal tradicional de la ciudad... ¡los autobuses de dos pisos!


¡En breve seguiremos con Abey Road y todo el tema Beatles!
¡Hasta la próxima!








LA OTRA CARA DE NÁPOLES

Una mañana tomamos el tren para ir a visitar el estadio San Paolo. ¡Como buenos argentinos no podíamos irnos sin conocer donde jugaba Maradona!


¡Si señores! ¡Este pastito fue pisado por el 1o!

En ese barrio, nos dimos cuenta que el paisaje era completamente distinto del
Centro Histórico.
Las calles más limpias, más cuidados los edificios. ¡De allí surgió mi loca teoría de que los napolitanos no cuidan ni limpian esa zona para promover el turismo!


Más tarde, en camino a la costanera vimos una enorme y muy linda plaza.



Al fondo se veía la parte más antigua de la ciudad. Todo se ha construído siguiendo el borde del Golfo de Nápoles, de manera que si estamos en un extremo de la ciudad, a lo lejos se divisa el resto de las construcciones



En la vereda de enfrente a esta plaza, el camino de la costanera va siguiendo la forma de herradura o semicírculo que tiene el golfo




Mucha gente pasea o pesca en esta zona.


A lo lejos, imponente, el Castel dell' Ovo (Castillo del Huevo), antiquísima fortaleza construída allá por el año mil ciento y tantos, sobre un islote de nombre Megara.
Alguna vez funcionó como fortaleza, cárcel y convento. Cuenta la leyenda que el poeta latino Virgilio escondió un huevo mágico que si faltara se destruiría la fortaleza y se acabaría Nápoles




Recorrerlo es viajar en el tiempo e imaginar a la gente que allí vivía con sus vestimentas medievales, caballeros con armaduras y una feria con artesanos vendiendo sus productos



Algunos miradores dan al mar. ¡Cuantos vigías habrán
pasado noches enteras muertos de frío! ¡Cómo sopla y silba el viento por esas aberturas!



Desde sus murallones se ve, en el otro extremo, la otra parte de la ciudad.



¡El castillo parece que surgiera del mar como una figura fantasmal! Y a lo lejos, veleros blancos en la bahía...



Estas cañones protegían de posibles invasiones



Esta enorme explanada en lo más alto del castillo, tienen paredes altísimas que caen abruptamente sobre el mar; allí estaban asentados los cañones. Es muy similar por su construcción a la fortaleza que se encuentra en Montjuic en Barcelona.



Después de un paseo de esa naturaleza, nada mejor que ir a almorzar al puerto...




¡Qué nivel,! Los yates amarran y sus dueños se bajan para comer o tomar algo en el amarradero que está repleto de restauantes.



Nosotros... sin yate... ¡Pero también almorzamos allí!


En realidad, comer o beber en Europa, parece que no es tan caro como en Buenos Aires...
Tanto en Italia como en Inglaterra, uno puede sentarse en el restaurante más lujoso o en alguno más modesto y... ¡los precios casi no varían!
¡Si por estas tierras, tomamos un café en Puerto Madero, seguro que lo pagaremos dos ó tres veces más que si lo hacemos en el barrio de Constitución!
Si en Italia o en Barcelona, pedimos una porción de pizza, ¡nos traen lo que nosotros llamamos una grande de muzza!
Pedir una picadita es una cazuela grande con quesos, fiambres, olivas...¡Para cada comensal!
¡Y un vaso de cerveza, significa que traerán un litro para cada para cada uno!

Desde los ventanales de este lujoso restaurante de Nápoles, se ve el golfo, los veleros y los yates anclados a lo sumo a 20 metros.
Por eso, después de mi inicial y mala impresión de Nápoles, en honor a la verdad, estoy en condiciones de decir: ¡Que es una ciudad con un encanto muy especial!






































































































































jueves, 27 de mayo de 2010

SORRENTO

En la estación de trenes de Pompeya, tomamos este tren para ir a Sorrento.
En Roma, aunque en menor cantidad que en Buenos Aires, muchas paredes ostentan grafitis. Pero parece también que en toda Italia, es costumbre pintar los vagones y locomotoras con distintas leyendas en letras muy grandes y coloridas. Ambas ciudades están , en tren, aproximadamente a 45 minutos.
Cuando se le pregunta a los italianos a cuántas cuadras se encuentra un determinado lugar, ellos responden en minutos.
Supongo que se debe a que la numeración de las casas es distinta que en nuestro país.
Al menos en las ciudades europeas que visité las cuadras no agotan las numeraciones hasta que no hayan terninado las centenas ya que se numeran las casa de dos en dos, entonces puede haber 5 cuadras que empiecen con doscientos y recién cuando se llegó a 299 se pasa al 300.


Para llegar a ver el Golfo y el puerto había que subir por esta cuesta en caracol, algunos iban en trencito... ¡pero mi orgullo no me lo permitía!



Además, con semejante paisaje de mar, montañas, y el cielo como fondo, no me alcanzaban las manos para sacar fotos!


Mi pose típica. ¡Nunca dejo la cámara!



Silvia, para pensar, meditar y encontrarse con uno mismo... ¡Sorrento es ideal! ¿No te parece?



¡Ya sé que soy tu mamá, pero Mariano, estás hermoso con el mar Tirreno de fondo!



Lujosos hoteles construidos sobre los acantilados, el Vesubio como guardián de toda la belleza que regala Sorrento y muchos barcos, veleros y cruceros con infinidad de turista




¡Realmente, un lugar encantado donde la naturaleza se nota en todo su esplendor!











miércoles, 26 de mayo de 2010

POMPEYA

Desde esta especie de terraza natural , se recorta entre las nubes, la silueta del Vesubio.
A sus pies, lejana, la ciudad de Nápoles.


Pompeya fue sepultada en el año 79 d.C., bajo un río de lava y cenizas, por la inesperada erupción del volcán.
Sería descubierta en el siglo XVI pero recién en 1748, comenzaron las exploraciones y continuaron hasta el siglo XIX. Posteriormente se inician las obras de restauración y valoración de la ciudad y su riquísimo patrimonio arqueológico.




Aún se conservan restos de los pisos de algunas de las casa. La técnica utilizada es el trencadís que siglos más tarde utilizarían Gaudí en distintas construcciones y en el Park Guell y Lluis Domenech i Muntaner para el Palau de la Música Catalana durante el auge del Modernismo.


En la entrada de una de las casas más grandes de Pompeya se encuentra este fauno. El original está en el Museo de Nápoles



Las excavaciones y restauraciones continúan en forma permanente. Hay especies de galpones muy grandes donde se acumulan vasijas, estatuas, resto de columnas... y también el cuerpo de lo que hace casi 2000 años, fue un ser humano




Es innumerable la cantidad de ánforas, vasijas y todo lo que uno se puede imaginar que siguen extrayéndose de este riquísimo yacimiento arqueológico, patrimonio de la humanidad.




Alguna vez estudiamos en la escuela la clasificación de las columnas en: "Dóricas, Jónicas y Corintias".
¡Si me equivoco que alguien me corrija! Pero a mi modesto entender, por las hojas, creo que de acanto, esta es una corintia..



A pesar de haber siempre muchísimos turistas, nadie habla en voz muy alta ni hay demasiado ruido. Creo que todos los que alguna vez caminamos por allí, lo hacemos con mucho respeto y admiración por esos hombres que construyeron esa extraordinaria ciudad de 66 hectáreas.


Todo lo que nos podemos imaginar, ya existía en Pompeya: viviendas, comercios, santuarios, anfiteatro, un enorme gimnasio y hasta también está identificado el lugar donde funcionaba el prostíbulo.




¡Para mi fue una experiencia sobrecogedora e impactante !
Ver "en vivo y en directo" lo que tantas veces leí en los libros o vi en el cine, realmente fue inolvidable.












lunes, 24 de mayo de 2010

NÁPOLES

Ya en Buenos Aires y a una distancia considerable puedo decir que Nápoles es una ciudad sorprendente y contradictoria.
Esta escultura con fititos se encuentra en los pasillos para hacer combinaciones entre las líneas del metro. Me enterneció mucho y me trajo recuerdos de los años sesenta y setenta en que casi siempre el primer auto era un Fiat 600



Pensé que eran infundados los comentarios de que Nápoles es una ciudad no muy limpia.
El primer contacto que uno tiene cuando viaja, son las estaciones de micros, trenes y aeropuertos; yo creo que estos lugares son una pequeña muestra de cómo será la ciudad a donde llegamos.


El Hostel estaba a un par de cuadras de la estación. Se llama "La controra", significa algo así como las horas de los día del verano en que uno se queda a descansar; supongo que será lo que para los argentinos es la la hora sagrada de la siesta.
El edificio era un antiguo convento que fue remodelado y sólo conserva su antigua fachada.


También aún tiene un hermoso jardín con palmeras y muchas plantas donde se hacen reuniones con bandas, barbacoa y exposiciones de pinturas y feria de ropa y bijou.


Después de instalarnos en el hostel, con mis compañeros de viaje, fuimos a conocer el Centro Histórico que estaba a pocas cuadras.


Ellos son Mariano, mi hijo número dos de los cuatro que tengo, y Silvia, su compañera de ruta en la vida.


¡El tránsito era un caos! Las veredas muy angostas;
hay muy pocas esquinas con semáforos y los policías con una especie de batuta, hacían todo lo posible por dirigirlo. ¡Cruzar de una vereda a la otra es una hazaña épica! Muy pocos paran para que pase el peatón y es posible que uno termine... ¡con una motoneta de sombrero!

Los viejos balcones y las fachadas descoloridas son una muestra de la ropa que usan lo napolitanos. En dos oportunidades vimos caer medias de un balcón.



Nápoles es una ciudad con muchísimas iglesias y una gran riqueza arquitectónica y cultural.
Aunque todavía estoy en dudas si el patrimonio histórico está tan deteriorado porque es una estrategia para atraer al turismo o si no hay presupuesto para restaurarlos.
También me llamó la atención los containers desbordando de basura y en las esquinas, montañas de todas las cosas que los napolitanos desechan.
¡Me acordé de Buenos Aires y el barrio de Once a las siete de la tarde cuando ya han cerrado lo negocios!



Confieso que mi primera intención fue la de salir corriendo pero después pensé que no podía ser cobarde y me dispuse a mirarla con otros ojos.
¡Y descubrí que también tiene su encanto!


!Y que es prima hermana de Buenos Aires con sus simpáticos cables aéreos!
¡Aunque tener al Vesubio por vecino, le da más categoría!


La sentí como una ciudad italiana quedada en el tiempo.
Aún hoy Nápoles es como "Ladrones de bicicletas" de Vittorio De Sica, y tiene la fuerza de Ana Magnani en las películas de post guerra.
Dicen que cuanto más al sur de Italia se llega, hay más pobreza. Por mi poca experiencia, me parece que es así. ¡Mis próximos destinos tendrán que ser de Roma hacia el norte para comprobarlo!

Igual que en las ciudades de Calanda y Alcañiz, en la región del bajo Aragón, en muchas esquinas hay imágenes religiosa o como pequeños altares.


Al comenzar dije que Nápoles es contradictoria.
El segundo día de nuestra estadía, la ciudad nos mostró una cara completamente distinta. ¡Pero bueno, será material para un próximo encuentro!